ARQUITECTURA Y COMPLEJIDAD

Cuando escuchas términos complejos o recién inventados que pretenden describir un fenómeno, quizá por interés genuino quieras adoptar o imitar esos términos. El hecho es que no es necesario utilizar frases complejas para describir algo, a menos que no se lo haya entendido lo suficiente para poder explicarlo de manera simple. En dicho sentido, el proceso creativo y sus alcances son descritos en este sistema de manera progresiva, relacionando cada tema para formar un todo orgánico.

El resultado es que no importa tanto desde qué punto de vista se inicie, siempre hay un modo de llegar a una explicación sencilla y correctamente fundamentada. A la vez, cada concepto y cada relación de conceptos tienen un lugar y una finalidad precisas. De esta manera, explicar un concepto complejo como el carácter en arquitectura toma tan sólo algunos minutos, siempre y cuando se tengan comprendidos los elementos que soportan esta definición, así como su correcta relación. Estos elementos son el uso, las cualidades del espacio y una idea.

Ahora bien, estos tres elementos son definidos por otros elementos más simples; de tal modo que la complejidad de un concepto se elimina en el momento en que se tiene el fundamento correcto. Elementos simples soportan a elementos complejos y esto hace que la  progresión del pensamiento sea más sencilla, al punto de poder describir el proceso creativo de cada arquitecto y sus matices.  

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