TIP #1. UTILIZA UN CUADERNO DE NOTAS

Sí, quizá parezca algo inútil o hasta infantil. Consideras tener una capacidad enorme de observación y una memoria insuperable  y que no es necesario tomar notas de nada: ni de las impresiones que tuviste en aquella visita, ni de las dimensiones de ese recinto o de este material ,o de una combinación de materiales que te pareció armoniosa, ni tampoco hiciste un apunte perspectivo de aquel edificio,  etc.

Seguramente tampoco tomas nota de lo que pasa en tu mente cuando proyectas, ni de las soluciones que te vinieron a la cabeza como un rayo de luz, ni aún de la fecha FINAL de entrega del proyecto. Sin embargo tienes o tuviste un cuaderno de matemáticas y otro de dibujo, pero no tienes uno de proyectos y menos uno de creatividad.

Todavía puedes presumir de tu memoria, pero si tuvieras un cuaderno de notas, al revisarlo tendrías mucho más material para los momentos difíciles, precisamente cuando la memoría te parece de lo más inútil. Por cierto, Le Corbusier llenó varios cuadernos a lo largo de su vida.

ARQUITECTURA Y CONCIENCIA

Para empezar a estudiar el lenguaje de la arquitectura primero es indispensable definir los tipos de percepción y los grados en que el individuo percibe. Además la misma premisa es necesaria en el caso de estudiar la organización del espacio.

La percepción es irrenunciable. Esto quiere decir que inevitablemente el individuo va a percibir lo que esté a su alrededor, pero también implica que habrá una gran cantidad de información que perciba pero no registre; no será consciente de lo que percibe,  como aquello que le es común y a lo que está habituado; lo que ya cree conocer o lo que no le interesa, mejor dicho,  lo que no captó su atención.

De aquí que otro de los objetivos de este sistema sea trabajar en la dirección de percibir más y con mayor grado de complejidad. Además de aprender y comprender más y mejor, esto resultará también en el desarrollo de la conciencia.