La arquitectura en las aulas

Definamos un problema de la enseñanza. La cuestión estriba en que un estudiante tiene que enfrentarse a un revisor, es nuestro caso, el arquitecto de la materia de proyectos o de composición. El estudiante no sabe bien lo que quiere hacer o adónde quiere llegar con su proyecto y muchas veces no tiene la capacidad de expresar una idea con claridad... ¿cómo va a defender su proyecto?. El profesor se enfrenta a diez o a veinte o a treinta alumnos en la misma situación...¿cómo le va a dedicar el tiempo suficiente a cada uno de ellos y a resolver todas sus dudas? y más aún, el profesor tiene sus propios prejuicios y temores, lo mismo que el alumno, ¿entonces cómo van ambos a entenderse?

La situación llega a ser desesperante para ambas partes. Estudiantes frustrados y maestros decepcionados. Por eso necesitamos un sistema.

Las definiciones y términos en arquitectura

Uno de los objetivos de este sistema es tener un lenguaje claro y preciso. La carencia de este lenguaje produce confusión y debates inútiles. Por ejemplo, acostumbramos llamar a un mismo fenómeno con distintos nombres como orgánico, integración, mímesis, coherencia, etc. y a distintos fenómenos con un mismo nombre: la continuidad, las semejanzas con el cuerpo humano, las semejanzas con organismos vivos reciben el nombre de orgánico.

En cambio, el correcto estudio de los elementos que integran un fenómeno nos harían ver que distintas personas hablan de los mismo con distintos términos o por el contrario, que esas personas hablan de distintas cosas, aún utilizando los mismos términos. Esto también tiene la ventaja de descubrir si un nuevo término o definición tiene fundamento y se refiere a un fenómeno no observado antes o es una mera invención con fines, por ejemplo, de mercadotecnia.

Próximo ciclo de conferencias

El Proceso Creativo del Arquitecto: Teoría y Sistema.

Mayores informes en el mail: creativearq@gmail.com

La voluntad creadora

Hablar de la voluntad creadora supone no sólo la revisión de las habilidades para diseñar o concebir. Implica lo que cada uno de nosotros es.

Quiero hacerles la sig pregunta: Ser el dueño del despacho, dominar cierto lenguaje o ser prolífico en ideas, ¿me da derecho a ser descuidado, distraído, a ser soberbio o incluso a ser una pesadilla para mi equipo de colaboradores?

Luego entonces, es indispensable que el arquitecto tome en cuenta no solo su desarrollo profesional, sino el desarrollo de su ser.

Conferencia 9. El proceso creativo del arquitecto: teoría y sistema.